dijous, 20 de febrer del 2014

CAPÍTOL 3

Ja tinc 30 anys i ara treballo en la construcció d'una catedral, és molt cansat. Per construir-la, el bisbe necessita més terreny del que ens havíem imaginat i ha decidit desfer-se d'unes cases que impedien que la catedral fos més gran. Per mala sort, la meva casa també hi està inclosa. Jo i la meva dona, hem decidit anar a Caen, França per veure si ens va millor.

CAPÍTOL 2

Tenia 20 anys i treballava recollint fems de les latrines amb el meu amic, ara difunt. 
Em posava malat sovint, no m’ho esperava gens sent un noble. Vaig canviar de feina i durant poc temps, vaig treballar a la construcció d’un castell.

CAPÍTOL 1

Sóc l’Edmund de Norwich i visc a un poblet d’Anglaterra, anomenat Hastings. Penso que, per molts metges que visitin al meu estimat pare, malauradament seguirà estant igual de malalt. El nou rei d’Anglaterra ens ho ha près tot d’un dia per l’altre, no té pietat! La meva família i jo estem preparant un viatge cap a Canterbury, ja que el pare vol parlar amb el bisbe, a veure si podem recuperar les nostres propietats.
D’aquí a una estona, jo i el pare prepararem la mica de menjar i els dos cavalls que ens queden. No vull marxar del castell, a més, ja he fet amics aquí. Ells, es troben en la mateixa situació que jo. 
 Mai m’hauria imaginat que la nostra familia arribaria a aquest punt. Encara que estiguem en una situació tant desastrosa, als nostres ulls es segueix reflectint l’espurna de l’esperança. La part positiva d’aixó, es que veure món i descobriré nous indrets on potser mai no hi ha estat ningú.

¿Sabías que, en la Edad Media, enterraban a muertos…o casi muertos?

En la conocida Edad Media, enterraban a personas las cuales no tenían del todo comprobado su muerte.
Era un hecho frecuente, ya que no accedían a una cantidad suficiente de recursos sanitarios como para averiguar si se encontraban frente a una verdadera muerte. Por eso, ponían el cuerpo en reposo, extendido encima de la cocina, donde los familiares lo velaban durante unos días en sus comidas. Si durante estos días su pariente no se despertaba, lo enterraban en un ataúd (que, dependiendo de la situación económica, estaba fabricado de un material u otro), el cual llevaba incorporado una campanilla a dentro suyo. Así que, si fuese el caso de que aún seguía vivo, la persona enterrada estaba a tiempo de hacer sonar la campana y que alguien recurriese a su ayuda…¡Salvado por la campana!
Las muertes más frecuentes eran generalmente causadas por epidemias, guerras y aglomeraciones urbanas. Generalmente, las mujeres eran las que sufrían más muertes. Ellas tenían más posibilidades de morir durante los meses de embarazo y en el momento del parto, en particular.
Ser enterrado, como os he dicho antes, era un hecho religioso e importante, así que los difuntos eran vestidos con sus indumentarias más caras y en un ataúd lujoso.

 Pero…¿y si no era casualidad que los enterrasen vivos?

dilluns, 17 de febrer del 2014

Chapter V: From Constantinople to Genoa. Back to the west.

Chapter V: From Constantinople to Genoa. Back to the west.

Part one:
 After the siege of Jerusalem we went back to Constantinople. Thanks to my wife we had a very good time in Constantinople (patients were not a problem, wars, plagues and infections provided a large number of them). In the meantime I had the opportunity to learn about mosaics and wall paintings and because I did not have the ability of doing such a skilled job I began to sell them. At that time icons were the most popular. We spent about five years in Constantinople. But, in the end, we decided to come back to the West where we belonged.

Part two:
We met a sailor who was born near Norwich, in a place called Walpole. His name was Godric. With Godric we left Constantinople and we sailed east, to Genoa, which was an independent city with a very important fleet and was ruled by a bishop. After a few weeks sailing through the Mediterranean we saw the ships with flags hanging from their mast. We had arrived in Genoa. In Genoa We sold icons and cured people. One day, someone told us that in the tiny Benedictine abbey of Vezelay monks had found the tomb of Mary Magdalene and that they had some relics of her. Thanks to that, in a few years, they had enough money to rebuild the church.
We decided to go to Vezelay. This was my wife’s last journey. God decided to take her to His place and left me alone in this world of sins.


Capítulo 5: Des de Constantinopla hacia Génova. De vuelta al oeste.

Parte 1ª:
Después del asedio de Jerusalén, volvimos a Constantinopla. Gracias a mi esposa, tuvimos un muy buen tiempo en Constantinopla (los pacientes no eran un problema, las guerras, las plagas y las infecciones, nos proporcionaban un gran número de ellos). Mientras tanto, tuve la oportunidad de aprender acerca de los mosaicos y pinturas murales y porque no tenía la capacidad de hacer un trabajo tan hábil empecé a venderlos. En ese momento los iconos fueron los más populares. Pasamos cerca de cinco años en Constantinopla. Pero, al final, decidimos volver a Occidente, donde pertenecíamos.

Parte 2ª:
Conocimos a un marinero nacido cerca de Norwich, en un sitio llamado Walpole. Su nombre era Godric. Con él, dejamos Constantinopla y navegamos hacia el este, rumbo Génova, era una ciudad independiente con una flota muy importante y estaba dirigida por un obispo. Después de unas cuantas semanas navegando a través del Mediterráneo vimos los barcos con banderas colgando de su mástil. Llegamos a Génova. En Génova vendimos iconos y curamos a gente. Un día, alguien nos dijo que en la diminuta Benedicta abadía de Vezelay los monjes fundaron la tumba de María Magdalena y que ellos tenían algunas reliquias de ella. Gracias a esto, en pocos años, tenían suficiente dinero para reconstruir la iglesia.
Decidimos ir a Vezelay. Este fue el último viaje de mi mujer. Dios decidió llevársela a su lugar y dejarme solo en este mundo de pecados.



Laia Marimon Panadés y Laia Berenguer Lumbierres, 2ºESO D

El viaje de Edmundo

En la edad media, los ciudadanos eran “ordenados” socialmente. Primero estaban los reyes, luego los duques, condes y donde estaba situado Edmundo, era en el apartado de los altos prelados. Después estaban los caballeros, señores, obispos y abades y finalmente los soldados, campesinos y siervos que era donde está situado Edmundo después de perder todas sus reliquias.
Ser rey o campesino era porque los padres de estos lo eran, así como, lo habían heredado de sus antiguos ancestros. Así pues, sí los padres de los que en aquel entonces eran reyes o campesinos, los hijos lo heredaban. Su dia a dia era trabajando, en este caso, todos menos los reyes. Vivían en el campo, la mayoría de ellos, y los reyes vivian en castillos. Según su estado social vestían de una manera o de otra. Las señoras y señores de la alta edad media vestían con túnicas, estolas y alguna pieza con bordados y pedrerías. Las señoras y señores de la baja edad media vestían con túnicas y una especie de bata con capucha, llamada garnacha. Algunas mujeres ricas llevaban cola en las túnicas. Como Edmundo era dueño de tierras vestía con túnicas de la alta edad media. Pero después vistió con túnicas pero de la baja edad media.